19.10.10

Te cuento (e-12)

Asunto: la vuelta
Fecha: 14 de julio 2007
De: Soledad Martí
Para: Eire Martí


Buenos días hermanita:
Ya tengo las maletas hechas, y a media mañana me iré tranquilamente a la ciudad, volveré a la rutina.
Las vacaciones han estado teñidas de tantos colores, que casi me supone un alivio acabarlas y volver a mi mundo ordenado. Aunque en está ocasion no está tan ordenado. Reconozco que tengo cierta inquietud por volver. Sabes, Javier no ha dado señales en este tiempo. Pensé que quizás me llamaría. No sé, puede que yo tuviera que hacerlo, pero no podia. Empecé mil sms, con frases como te extraño, luego otros más despegados, pero al final ninguno lo mandé. Es la sensación de no saber realmente a donde quiero ir.
En este mes que he estado en el pueblo, he vuelto a vivir el día a día con mamá... y reconozco que me ahoga. Pienso que no llego nunca al nivel minimo, que no se siente orgullosa de mi, sino que más bien, intenta pasarme por alto. Son sensaciones de haber defraudado, y me pregunto ¿no defraudaré siempre?
A veces sin querer haces daño a alguien, a veces sin querer alguien te hace daño a ti, y pienso si no estaré dandole esperanzas a Javier, para después echarme atrás.
Las tardes que he salido sola a pasear por la vereda que conduce a la ermita, han sido tardes en las que he visto el sol ponerse tras la colina, y pensaba si mi vida es lo que quiero, o quiero otra cosa. Pero con mis temores, con mis miedos, ¿cómo puedo avanzar?
Dentro de los colores alegres, he coincidido con Juan; lo he encontrado deteriorado, demasiado delgado, y algo delicado con eso de la diabetes, pero lo lleva con alegría, ya sabes que es el chico de la sonrisa eterna. Una tarde quiso hacer conmigo el paseo a la ermita, y bueno, me estuvo hablando de sus vacios, y es curioso como me vi reflejada, todos andamos algo perdidos. Y me consoló el pensar que igual que yo me encuentro a veces como un naufrago a la deriva buscando mi mar, los demás también, y de esa manera, te pueden entender. Y en esas reflexiones, pensé en Javier... ¿se sentirá naufrago como yo? ¿pensará en mí? ¿estará cuando vuelva? ¿me habrá olvidado? ¿me encontraré una chocolatina en el teclado?
Preguntas que me hago, y espero responderlas... o quizás, no necesiten respuesta.
He terminado de leer "nemesis", de asimov, y me quedé con un dialogo, en el que la protagonista preguntaba a otro personaje, que porqué la buscaba. Él le respondió para encontrarte. Volvió a insistir, que para qué encontrarla, y él respondió, solo para estar contigo. Me pareció hermoso y sencillo. Sin grandes razones, sin grandes argumentos... "encontrarte, solo para estar contigo".
Bueno, me armaré de valor, y dejaré que la vida me vaya ayudando a decidirme.

Un beso hermanita, no sabes el bien que me hace escribirte estos mails, sería mas rápido llamarte, pero ordeno mejor mis sentimientos escribiendo, ya sabes, soy mujer de pocas palabras, y algo solitaria.

Soledad.

3 comentarios:

  1. En fin, la misma historia de siempre...si es que estos protagonistas cada día me doy más cuenta de que tienen de vivos más que cualquiera de los que nos ha tocado estar fuera de las páginas de un libro.

    Eres estupenda.

    Un besote.

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  2. pensaba si mi vida es lo que quiero, o quiero otra cosa. Pero con mis temores, con mis miedos, ¿cómo puedo avanzar?

    Cuantas veces nos preguntamos esas mismas cosas en nuestra cotidiana vida??

    En fin a veces nos movemos en un mar de confusiones, miedos y dudas...

    Excelente narracion...

    Besos mi cariño y amistad para ambas escritoras...

    Josephine

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  3. "Pero con mis temores, con mis miedos, ¿cómo puedo avanzar?" pues con ellos a cuestas, amiga, con ellos a cuestas

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