Escucho, leo, vuelvo a escuchar, releo. .y vuelvo a preguntarme si no son demasiado baratos los consejos. Todo el mundo opina sobre todo, independientemente de si alguien le ha preguntado o no su opinión, y no siempre importa si uno tiene experiencia o conocimientos del tema. Opinar es gratis, y eso lo convierte en una torre de Babel. Si cuando acudimos a un especialista en un tema, en busca de información, nos aplican la tarifa correspondiente, porqué opinamos gratis cuando nadie nos pregunta. Y lo que es más, porque admitimos consejos cuando no los hemos pedido. ¿Dónde está nuestra capacidad de decidir por nosotros mismos? ¿No la estamos menospreciando a las personas cuando opinamos sin que previamente nos hayan preguntado?
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Más o menos, puedes verlo así, esa es tu opinión y la respeto. Pero me gustaría hablar del precio ese que comentas: Por lo que tengo experimentado (en los dos sentidos eh?)es que para nada es gratis "un consejo". No siempre el precio es monei. Existen otras formas de pago:
ResponderEliminarTe pueden pagar, con cariño, con aprecio, con agradecimiento y otras, ¡como no! con mucho desprecio.
Niña, ya lo dice un refrán castellano, "Consejos vendo, pero para mi no tengo". Un abrazo.
ResponderEliminarYo los consejos los oigo como las opiniones de los políticos, como agua de lluvia que resbala, a no ser que sea de esa gente que de verdad quiero. Un besote.
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